Como cada Navidad desde hace 76 años, Santa Clós Bombero hizo felices a miles de niños y adolescentes juarenses.

Aunque en esta ocasión los bomberos la sufrieron para recolectar los juguetes usados necesarios para los 12 mil paquetes que eran la meta, resulta que también fue menor el número de familias que acamparon a las afueras de la Estación Central, y hacia las 9:30 de la mañana ya ingresaban los últimos en la fila.

Como siempre y desatendiendo el llamado de las autoridades, hubo quienes hicieron fila desde la madrugada del miércoles para apartar lugar y ser de los primeros en ser atendidos. Por fortuna, el frío no fue tan intenso, aunque de todos modos fueron habilitados botes de lámina y tambos como calentones de leña. Muchos pasaron la noche allí, a la intemperie.

Como siempre, las bicicletas fueron el juguete más demandado por los niños, existiendo la limitante de sólo una por familia (aunque hubo varias que se dieron maña para obtener dos o más).

Además de los juguetes, fueron repartidos bolos navideños (bolsitas con dulces), chamarras, pollos, frijol y arroz.

La entrega de juguetes inició las 8:00 de la mañana y fue presidida por el alcalde Javier González Mocken, quien fue acompañado por integrantes de la administración municipal.

Por supuesto, no podía faltar el bombero caracterizado como Santa Clós.

Esta tradición juarense fue iniciada en 1939 por el entonces jefe de Bomberos, don Leonardo Solís Barraza, ante la gran necesidad que observó en muchísimas familias de escasos recursos económicos, y ha continuado de manera ininterrumpida.