Fronterizos rindieron tributo la noche del martes al hijo predilecto de Juárez -Juan Gabriel- en su segundo aniversario luctuoso.
Reunida en el exterior de la casa de Juan Gabriel -el lugar escogido por él mismo para que sus cenizas descansen por siempre- el monumental coro de una multitud entonó las canciones más queridas del cantautor, destacando, por supuesto, Amor eterno.
Fue una noche de nostalgia no sólo para recordar, sino para dar gracias al autor del soundtrack (banda sonora) de muchas vidas de incontables fans aquí y en toda Iberoamérica.
Hombres, mujeres y niñxs abarrotaron parte de la avenida 16 de septiembre (cerrada en sólo un carril) y de la calle Perú, para unirse al homenaje convocado por los clubes de fans del ídolo fallecido dos años antes en Los Ángeles cuando se disponía a hacer la siguiente parada de su gira -El Paso, TX- a donde ya no pudo llegar.
Una monumental galería de fotos de los conciertos de Juanga, había sido instalada horas antes, así como un altar con su estrella y las huellas de sus manos que alguna vez estuvieron a las puertas del desaparecido Noa Noa.
La selfie fue inevitable para muchos de los visitantes, desde el lado exterior de la cerca perimetral. Algunos llevaron ramos de flores. No hubo llanto, ni caras tristes. Sólo una gran nostalgia.