Los esfuerzos por disminuir los índices de malnutrición que laceran a la población mexicana han enfocado su vista en rediseñar alimentos con mayor contenido nutrimental que ayuden a disminuir las estadísticas, que revelan que el 72.5 por ciento de los habitantes del país padecen sobrepeso u obesidad, y por otra parte parte importante desnutrición. Tales trabajos cuentan con un ingrediente estrella: la semilla del árbol Brosimum Alicastrum Sw., conocido comúnmente como ramón.
Consumido por los mayas, como se asegura en su libro sagrado Popol Vuh y preferido por los animales por ser más nutritivo inclusive que el maíz, la harina de semilla de ramón es parte esencial de los alimentos que se han desarrollado en los laboratorios del Instituto de Ciencias Biomédicas, bajo el objetivo central de llevarlos hasta la mesa de las personas para que verdaderamente cuenten con una alternativa alimenticia más saludable y económica a la que tienen actualmente.
«La idea es implementar programas sociales que incluyan estos alimentos a la población de forma gratuita, pero también estamos abiertos a que una empresa la solicite. Nuestro principal propósito es que estos productos sean accesibles para que el consumidor tenga una alternativa más nutritiva», señaló la Dra. Nina del Rocío Martínez Ruiz, quien por cuatro años ha utilizado la harina de ramón como pieza importante en sus investigaciones para darle a ciertos alimentos mayor cantidad y calidad de nutrientes.
A la fecha ha trabajado en desarrollar dos bebidas, una dirigida a los niños y jóvenes escolares para combatir el problema de malnutrición y otra, de reciente creación, encaminada a apoyar al adulto mayor con presarcopenia, que es la pérdida de masa y potencia muscular debido al envejecimiento.
Otro producto es un muffin, que al igual que la bebida para el adulto mayor, también ha sido diseñada para fortalecer la nutrición del adulto mayor ante la presencia de dicha enfermedad degenerativa.
Por su parte, la tortilla de trigo, adicionada con harina de semilla de ramón, fue desarrollada debido al alto consumo de ese alimento en la región. El objetivo de esta investigación es hacerla más atractiva en nutrientes para que las personas decidan comer esa opción a la usual tortilla de harina.
«La idea es enriquecerla y que sirva como vehículo para que pueda llegar a población desprotegida o pobre donde es muy común comer tortilla junto con otros alimentos», comentó Martínez.
Tanto la bebida para escolares como la tortilla adicionada con la semilla de ramón ingresaron a la solicitud de patentes desde el año pasado. (Texto y foto: Gaceta Universitaria)