Una jornada intensa vivió este miércoles el ICSA en relación al tema de la venta de alimentos que se realiza en este campus (como en el resto de los institutos).
Mientras la institución informó haber llegado a un acuerdo con representantes de alumnos para que dicha actividad pueda continuar sin afectar el orden universitario, otro grupo de estudiantes se manifestó de que se aplique alguna restricción en una actividad que consideraron debe ser libre.
Esto ocurría mientras en el campus esta semana había sido suspendida la venta de alimentos por las autoridades del ICSA por supuestas irregularidades detectadas.
Dicha suspensión estará vigente hasta el lunes 17, cuando podrá ser retomada por quienes aceptaron las condiciones planteadas por sus autoridades: incorporarse a un censo, identificarse con un gafete que se les expedirá, ocupar sólo el área asignada y certificarse en el manejo de alimentos, principalmente.
Sólo se autorizará a estudiantes de tiempo completo que presenten su solicitud (un máximo de 35) y que cumplan con los requisitos, se indicó. La identificación es necesaria para evitar la presencia de personas ajenas a la universidad realizando ventas en el interior del campus, como ya se había advertido.
Los estudiantes que llevaron a cabo, horas después, un mitin en la explanada frente al edificio de la dirección del instituto, manifestaron su oposición a que hayan existido acuerdos en una reunión a la que no fue convocada la mayoría.
También se dijeron en desacuerdo en que, para permitir las ventas, se impongan a los alumnos requisitos similares a los de beca trabajo (carga académica completa, entre otros), y señalaron que para muchos ello no es posible pues, además de estudiar, también trabajan.
Es más, dijo una de las manifestantes: «No somos estudiantes que trabajamos: somos trabajadores que intentamos estudiar…«, ya que los ingresos que obtienen por la venta de alimentos en el campus les son necesarios para sufragar diervsos gastos (inscripción, transporte, libros, material para exposiciones etc.), y adicionalmente porque no está prohibido en la normatividad universitaria (a excepción de sustancias peligrosas)
Por arriba expuesto, lo que propusieron como opción para la comunidad del ICSA es un comedor gestionado y administrado por los estudiantes lo que -dijeron- vendría a beneficiar también a los empleados universitarios, quienes asimismo requieren alternativas de calidad y precio en cuestión de alimentos preparados, lo que no es posible en la cafetería concesionada que opera en el campus.
Por lo anterior, convocaron tanto a alumnos vendedores como alumnos consumidores, a una asamblea para discutir la propuesta de un comedor autogestivo, en el mismo lugar el próximo lunes 17 a las 3:00 PM. A este movimiento se sumó el colectivo Uni Unida (ver pronunciamiento aquí y aquí) y que asimismo realizó un streaming.