La primera crisis de la entrante administración estatal (que asume el 8 de septiembre) se dio en el ámbito de la Cultura y en Ciudad Juárez (en cuya Plaza de la Mexicanidad será la toma de posesión).
Así, un grupo de artistas se plantaron esta mañana en la primera acción pública de protesta, a la que seguirá la resistencia de ser desaparecida la Secretaría de Cultura, uno de los puntos en la sesión que en esos momentos se llevaba a cabo en el Congreso en la ciudad de Chihuahua.
Una manta con la exigencia fue instalada a la entrada del Centro Cultural Paso del Norte.
#NoALaSupresiónDeLaSecretaríaDeCultura es la demanda del grupo, que en días pasados lanzó un manifiesto apoyado por unos 300 artistas juarenses, chihuahuenses e incluso de #CDMX (el director teatral Luis de Tavira, el actor Daniel Giménez Cacho, la actriz Luisa Huertas y el escritor Ignacio Solares). Otras consignas fueron: Maru, ¿por qué tan dura contra la cultura?, Cultura para todos, todas en Chihuahua, La Cultura construye paz, la Culture (sic) es un derecho.
Como cabeza visible del grupo de manifestantes, el cineasta Ángel Estrada dijo que de último momento se obtuvo el compromiso de la Comisión que sesiona este miércoles, de sacar el punto de la agenda, y que por otra parte esta tarde se tendría una reunión vía Zoom con integrantes del Equipo de Transición de la gobernadora electa, de donde partió la iniciativa de desaparecer la Secretaría de Cultura.
Estrada dijo que es un retroceso desaparecer la Secretaría de Cultura y subordinarla como órgano desconcentrado en la Secretaría de Educación y Deportes (y ni siquiera a nivel a instituto con autonomía), y con ello limitar sus facultades y patrimonio.
De concretarse ello, se afectará no sólo al gremio artístico y cultural, sino a la población en general, señaló. No se trata de defender una administración (la saliente, que creó la Secretaría), sino de que no se afecten los derechos humanos entre los cuales está el acceso a la cultura.
Es por ello que la no supresión de la Secretaría de Cultura es un punto no negociable y, en cambio se hagan los cambios que sean necesarios, y que caso contrario se analizarán acciones de protesta y de resistencia, llegando inclusive a acciones legales y a promover un referéndum.