Este lunes se conoció el deceso del periodista y cronista urbano Luis Villagrana, debido a problemas de salud.
Su última casa profesional -Norte Digital-, así lo informó esta mañana con una reseña firmada por el colega Carlos Omar Barranco:
Fallece Luis Villagrana, maestro del sarcasmo y la crónica social
El periodista Luis Villagrana falleció ayer por complicaciones de salud; deja un legado de historias sobre la vida en la frontera.
A la edad de 59 años falleció ayer el periodista juarense Luis Villagrana por complicaciones de salud, informó su padre Lauro Villagrana.
Aunque su familia paterna es originaria del estado de Jalisco, Luis Miguel Villagrana Domínguez nació en Juárez el 25 de enero de 1962, en una casa de la colonia Melchor Ocampo.
Amante de caminar las calles del centro, intrépido narrador de historias, tenía una habilidad nata para la descripción de la realidad.
Su narrativa era exacta, puntual, como si antes de escribir un párrafo se metiera en el alma de las cosas.
Por eso, irreverente como era, podía darle al lector una pincelada de la naturaleza exacta de cada situación descrita, aunque eso incomodara a algunos.
Para contar la tragedia social que se vive en el suroriente de la frontera, Villagrana escribió en marzo de 2021:
“Sus habitantes caminan entre terrenos, que en los planos aparecen como parques, pero son llanos áridos. Se pierden entre calles polvosas y caminan kilómetros para tomar un camión. Viven entre casas sin puertas. Muchos no tienen luz o agua o nada”.
Así como describía las carencias urbanas en los suburbios, su pluma era mordaz para hablar de lo que ocurre en el centro, con sus obras detenidas o de la violencia imparable, o de los políticos inútiles y sus gobiernos nefastos.
Villagrana no tenía pelos en la lengua ni ligereza en la tinta. Por eso su palabra escrita era firme y clara.
En uno de sus más recientes trabajos periodísticos “Ellos no saben de austeridad”, el periodista presentó una investigación sobre el despilfarro de la administración de Armando Cabada. Nunca se recibió un desmentido por los datos duros publicados.
De acuerdo con el sitio Letralia, Villagrana fue colaborador de las revistas Semanario, Revista Net y del periódico Hispano de Tulsa, publicado en Oklahoma, Estados Unidos.
Amante de la ironía y el sarcasmo, él mismo incluyó en su curriculum que “trabajó como obrero en las fábricas maquiladoras, vendió enciclopedias, sacó borrachos de cantinas o acomodó vehículos en estacionamientos públicos”.
Parecía que hasta para describirse a sí mismo usaba un lenguaje ácido; tal vez por eso supo pintar de cuerpo entero la contrastante realidad de la tierra que lo vio nacer.
A Villagrana le sobreviven sus hijos Beto, Gaby y Sofía.
Descanse en paz.
La publicación original se puede leer aquí.