La oportunidad de conocer en persona a uno de los mejores actores de México, fue una realidad para cinéfilos juarenses el pasado martes en la Sala de Cine Universitario del Centro Cultural de las Fronteras, de la UACJ.
El recinto conocido anteriormente como El Cinito, abrió sus puertas poco antes del mediodía para recibir a al primer actor Luis Felipe Tovar, protagonista de una gran cantidad de películas como El callejón de los milagros (1995), donde personificó a «Güicho».
Tovar se encuentra en Ciudad Juárez con «El Set», su escuela de formación actoral, para trabajar en el Colegio San Patricio durante la presente semana. Se dio un tiempito para una plática a la que se añadió una «sorpresa» (según los organizadores) en forma de homenaje y entrega de una placa metálica de reconocimiento a su trayectoria de 42 años.
Al hacer uso del micrófono, Luis Felipe agradeció el gesto de cariño de la comunidad universitaria al realizarle este homenaje, y a la vez aprovechó para hablar de sus últimos proyectos fílmicos y de series televisivas, así como de su escuela de formación actoral.
Se dijo satisfecho de haber logrado compaginar su carrera como actor con la docencia, y resaltó que la actuación más que una carrera profesional es una experiencia de vida, y así trata de inculcárselo a sus alumnos diseminados por todo México y otros países del continente a través de sus cursos itinerantes.
También recordó cómo descubrió su vocación siendo niño cuando se convirtió en un cinéfilo precoz (a los 8 años), y posteriormente seguir su formación para lo cual tuvo que emigrar de su natal Puebla al entonces Distrito Federal.
También recordó su conexión con Ciudad Juárez, al haber sido invitado por el cineasta fronterizo Héctor Molinar Apodaca para interpretar al personaje antagónico a El Hijo del Santo (Santo, el Enmascarado de Plata: Infraterrestre, 2001), oportunidad para la cual -dijo- estaba listo desde niño cuando literamente «devoraba» cada película de su ídolo.
Luego de contar gran cantidad de anécdotas que provocaron la hilaridad del público (y las carcajadas del propio actor), se llegó el momento de la despedida por parte de Carlos Padilla, quien mencionó que estaba en puerta un ciclo de cine dedicado a Luis Felipe Tovar, y lo difícil que había sido armar la selección debido a lo extenso de la filmografía del invitado.
Padilla también recordó que la Sala (entonces El Cinito) había sido inaugurado en 2017 por el cineasta Jorge Humberto Hermosillo, a quien también se le hizo un homenaje (placa metálica incluida) y se le dedicó un ciclo de cine.
Luis Felipe recordó que Jorge Humberto ya falleció (en 2020), y al advertir las similitudes con el acto presente, inmediatamente ordenó en voz alta a su ayudante que se encontraba en la zona de butacas: «Ah no… ¡Devueeelvan la placa…!«, con lo que provocó nuevamente la hilaridad del público, y nuevamente las sonoras carcajadas del actor.
La verdad es que el tiempo se pasó volando con el gran conversador (con buena dosis de sarcasmo) que es Luis Felipe Tovar, y el único pero es que algunos fans tuvieron que alcanzarlo hasta Plaza de las Américas, en cuyo estacionamiento se disponía a abordar la camioneta en que era trasladado por parte de directivos de Colegio San Patricio.
La charla y homenaje fueron transmitidos en vivo, y pueden ser vistos aquí.