Un poema que Vicente Feliu dedica a Armando Arenas dice que su obra es una labor de hormiga de diaria consecuencia,/ que revela la insólita vuelta de la vida/ día a día, noche a noche, encantando el silencio.
La poesía contenida en este libro corrobora, sin duda, que ésta es fruto de una labor diaria; y que ese fruto revela la singularidad irrepetible de la existencia. Porque el poeta entiende que la geografía y los seres amados nunca son los mismos, que cambian de un momento a otro. Seguramente por eso las voces poéticas que aquí se recrean parecen interpelar al mundo y a los seres que los rodean desde un espacio extremo: ahí donde suponemos que no hay regreso sin despedida; ahí donde sabemos que sólo la palabra puede contener y resguardar la memoria.
El Norte y sus desiertos, un pasado familiar, la creación plástica y la historia, se aprietan en este libro para mostrarnos que -tal vez- las voces de la poesía en el norte de México poseen registros peculiares y -acaso- similares: una nostalgia ventosa, un sol cenital, la arena y la hondura de las corrientes de agua subterránea.
Armando Arenas es autor de los poemarios Niña que caminas (1994), Días de papel y silencio (1998). Armando Arenas y el trovador Carlos Díaz «Caíto», sacaron a la luz un CD intitulado «Encuentro Norte-Sur», tomando como letras los poemas de los libros mencionados. El autor ha llevado su poesía en diferentes foros en España, Italia, Chile, Cuba, Uruguay y Estados Unidos. Ejerce la profesión de médico y también se dedica a la pintura. (Prólogo del editor)

Hola, Saben donde puedo conseguir este libro ?
Gracias
Sam