Magali Tercero no se propuso ir a Sinaloa para conocer la tierra de su madre, ni adentrarse en esa tierra donde su abuelo materno fue asesinado a traición; sin embargo, la vena periodística la llevó a esa región del país que es considerada la cuna del tráfico de drogas y que ella logró recrear en su libro de crónicas Cuando llegaron los bárbaros… Vida cotidiana y narcotráfico.
La indagatoria del asesinato de su abuelo, Alfonso Leyzaola, quien era el jefe de la Policía Judicial del estado, “es una historia que estuvo siempre, de manera tangencial, ayudándome a tejer todo este libro”, señala la cronista y periodista cultural.
Y lo teje de tal modo, que esa historia personal ocurrida en los años 40 sirve de marco histórico para la crónica actual de una sociedad que ha visto cómo la violencia y el narco se mete a su casa, se instala en el comedor a la hora del desayuno, la comida y la cena.
Magali se esmera siempre en mostrar la cotidianidad de una persona o un grupo; lo que hace en este libro publicado por Temas de hoy es dar cuenta de cómo la violencia ha tocado la vida de los sinaloenses, cómo se han tenido que acostumbrar a esa violencia producto del narco, al mismo tiempo que siguen con su vida de sinaloenses que aman las puestas de sol y la música de banda.
“Es ver el narcotráfico en la vida cotidiana, desde que estás desayunando y abres el periódico y hay un colgado en el puente negro, desde que te han tocado tres asaltos y te robaron la camioneta porque cuando se quedan sin trabajo los narquitos de la sierra, bajan a robar y a secuestrar”, comenta Tercero.
Dar voz a los sin voz
El interés de la cronista en cada tema que aborda es siempre el mismo: dar voz a los que no tienen voz. “Me interesa mostrar la vida cotidiana, sea de las prostitutas del Bar Bar en la calle de Londres o la de las mujeres de la Casa de Tepepan o de los luchadores de lucha libre y su público o de los que se ganan la lotería o no pero que su cotidianidad tiene que ver con comprar su billete de lotería cada semana. Soy una cronista de la vida social”.
Magali Tercero entró a los lugares menos apropiados para una mujer, visitó el panteón de Badiraguato donde atestiguo y recreó la opulencia más allá de la muerte; platicó con escritores, investigadores y académicos como Nery Córdoba, quien ha registrado dos mil poblados totalmente abandonados entre 1977 y 1980. También están algunos de los que han perdido a un ser querido, pero sobre todo está la gente de a pie, los sinaloenses que siguen su vida cotidiana a pesar del narco.
El libro Cuando llegaron los bárbaros… Vida cotidiana y narcotráfico, tuvo su origen en el reportaje “Culiacán equivocado”, publicado en la revista Letras Libres, que obtuvo el Premio Nacional de Periodismo Cultural Fernando Benítez, comenta la periodista.
Después de la realización de ese reportaje, Magali Tercero regresó a Sinaloa con la finalidad de recuperar otras historias en las que no falta el Badiraguato bucólico que le dice a la gente “¡Por favor no más prejuicios!… Sí. Badiraguato es la cuna del narcotráfico, pero va más allá”.
Complementan este libro de Magali otros textos como los titulados “Culiacán es un panteón (2009)”, “Mochis: al muerto hazlo bonito”, “Navolato de los Carrillo” y el epílogo “El periodista que desvió su camino». (Contribución)
