Este martes fue día de fiesta en el Jardín del Abuelo, institución estatal que opera en el Parque Central Poniente. Fueron dos los motivos de la celebración: la graduación de medio centenar de panaderos, y el compartir la Rosca de Reyes.

Los nuevos panaderos son -en su mayoría- personas de la tercera edad (hombres y mujeres), quienes con este curso de seis semanas han adquirido un oficio que les da la oportunidad de autoemplearse, así como de mejorar su alimentación.

Luego de recibir su correspondiente constancia de terminación del curso -documento avalado por la Secretaría de Educación Pública- el grupo se dirigió a la panadería del Jardín del Abuelo para compartir la Rosca, recién salida del horno y elaborada con auténtico bizcocho.

El chef y maestro Berna  fue el encargado de partir (y repartir) la Rosca.

Quienes encontraron el monito, quedaron comprometidos a llevar tamales el Día de la Canderalia, el 2 de febrero, como lo marca la tradición.