Porque hay mucho por hacer y muchas ganas por hacerlo, la comunidad de Felipe Ángeles rescató un área pública para transformarla en el nuevo jardín que lleva el nombre de uno de los fundadores de esta colonia: Carlos de la Huerta García.

«Es como un sueño hecho realidad, que siempre lo tuvo mi padre, fallecido hace algunos años, y ahora gracias a todos los vecinos lo tenemos», dijo, visiblemente emocionada, Irene de la Huerta, al observar el terreno hasta ese día utilizado como basurero y en el que ahora crecen pinos, palma, lila y rosa laurel, trasplantados por las propias manos de los residentes del sector.

El ojo experto  de doña Socorro Gómez -también fundadora de la colonia y quien tuvo como vecino a don Carlos de la Huerta- le indica que, para su desarrollo, los retoños de las plantas y árboles requerirán un riego abundante cada tercer día, y otro ligero en los días intermedios y, sobre todo, cuidados y atención.

Y fue alrededor de este nuevo jardín -un pequeño triángulo entre el Arroyo del Mimbre, Privada de Bellavista y calle Tabaco- que los colonos de Felipe Ángeles respondieron al llamado a convivir en familia y en comunidad.

Se unieron, pues, al ritmo de la convivencia, y a participar en las mejoras de su comunidad.

La jornada inició en las horas del atardecer, y para empezar fueron renombradas las calles: De la Convivencia, Del Respeto y De la Comunidad, como un gesto simbólico de unión entre los participantes.

Mientras artistas del muralismo urbano convertían cada pared en una obra de arte, la música sonaba en anticipación a lo que estaba por llegar: el baile al ritmo del hip hop y del rap.

Antes, las vecinas aceptaron la invitación para sumarse a una sesión de zumba, dirigida por ImaGen Studio, y así inició la toma de la calle al ritmo de la convivencia en un ambiente de algarabía, diversión y optimismo.

En tanto, el trabajo comunitario por el rescate del parque continuaba, y niños y adultos, hombres y mujeres, unían sus esfuerzos en este objetivo común. Fue necesario retirar basura, excavar zanjas, pintar llantas para ser colocadas como barrera, remover la tierra, trasplantar los retoños y realizar el primer riego con una manguera conectada a una toma domiciliaria.

En otra parte de la calle, chicos y grandes aprendían el pintado de gorras, con aplicadores especialmente diseñados para ser manejados con facilidad, y no fueron pocos quienes se sorprendieron de poder aprender esta técnica en cuestión de minutos y expresar su creatividad.

Quienes optaron por otra variante de la convivencia, se acercaron al templete instalado en otro lado de la calle y donde ya se encontraban los DJ listos a realizar sus mezclas de ritmos para la presentación de los artistas del hip hop y del rap.

El primero en animar el ambiente fue Fearless Crew, un grupo de jóvenes que practican la danza tipo breakdance, y que con su arte buscan llevar mensajes positivos a los jóvenes. Luego de sus rutinas, procedieron  a invitar a personas del público a que aprendieran algunos pasos de este ritmo.

Luego, seguiría un duelo verbal entre raperos con la participación de Flow, un jovencito que se distingue por su gran capacidad de improvisación. Posteriormente, se presentó el grupo Delincuentes Urbanos con su propuesta rapera y por último los Batallones Femeninos.

De manera simultánea a la propuesta musical, los artistas del muralismo continuaban con su labor, y a ello se unieron participantes de Feminem, el Tercer Festival Internacional de Graffiti y Arte Urbano Femenino, para intervenir bardas de la zona con pintas realizadas en forma colectiva, con mensajes y símbolos de paz.

En la parte de la calle asignada a la acción comunitaria, la asociación civil Salud y Bienestar Comunitario (SABIC) llevó su campaña «Hombres por la Equidad»,  con la aplicación de la encuesta-diagnóstico con nueve preguntas denominada «Chequea tu machismo» y la entrega de camisetas conmemorativas a quienes aceptaron participar. Esta campaña enfatiza que cada uno elige cómo vivir su masculinidad, y que los hombres no son agresivos por naturaleza, sino que la violencia se aprende y podemos cambiarla.

El ritmo de la convivencia se prolongó hasta entrada la noche, y el nuevo parque público era ya el punto de encuentro de más vecinos que recién se incorporaban a las Calles de la Convivencia, que tal fue el nombre del evento organizado por Vivamos la Calle, una campaña coordinada por Colectiva Arte, Comunidad y Equidad, en el marco del Programa para la Convivencia Ciudadana.

Un evento como éste se realizó el pasado 19 de julio en Riberas del Bravo, y el próximo 2 de agosto tendrá conmo sede las calles aledañas al Centro Comunitario Francisco I. Madero, también en erl poniente.

En cada ocasión, el cierre de calles se realiza con la autorización y bajo la vigilancia de la Dirección de Tránsito, para la seguridad de los participantes.