LA VIEJA DAMA VISITA LA FRONTERA

Un clásico del teatro contemporáneo, ha sido llevado a escena por la compañía Telón de Arena, A.C., en su décimo aniversario, optando por el humor negro. Se trata de La visita de la dama, en una versión libre sobre el original del suizo Fiedrich Dürrenmatt.

Esta obra, ha sido adaptada al México postrrevolucionario, y el pueblo en el que se desarrolla la trama (Güllen, en la Europa central), ahora es El Arenal, una empobrecida comunidad, que no obstante tiene ante el mundo a una archimillonaria (Clara Montenegro).

Esta mujer inmensamente rica decide regresar a su pueblo natal a cobrar una antigua deuda con un hombre. Siendo aún una adolescente, Clara fue expulsada del pueblo luego de ser víctima de una injusticia en su contra, cuando el hombre que la émbarazara compró testigos y un juez.

La mujer ahora regresa para proponer un extraño trato al pueblo: dos mil millones de dólares, y pide a cambio la muerte de su antiguo novio, quien ahora es un respetado comerciante y está a punto de convertirse en el próximo alcalde.

«El mundo me convirtió en una puta y ahora yo lo convertiré en un burdel», afirma Clara en una de las escenas sobresalientes de la obra, en la que reitera su reclamo de justicia.

Aunque de entrada, los lugareños rechazan la oferta de Clara -supuestamente por una cuestión de principios- son ellos mismos quienes ponen en alerta a la presunta víctima, al endeudarse frenéticamente, aduiriendo bienes fuera de sus posibilidades actuales, pero como si asumieran que estaban por recibir los millones ofrecidos por Clara.

La situación está enloqueciendo a Hilario (el antiguo novio de Clara), quien desconfía hasta de su sombra al creer que cualquiera de sus conciudadanos lo puede matar en cualquier momento para obtener la fortuna que se dividiría entre todos.

«Nadie quiere matarlo, pero todo el mundo espera que alguien lo haga», es la reflexión de uno de los personajes a Hilario.

La trama seguirá su curso, mientras afloran las pasiones de una comunidad empobrecida que paulatinamente ha ido dejando sus valores. Clara Montenegro sólo tiene que sentarse a esperar, acompañada de un séquito de sucesivos maridos, eunucos, gángsters, servidumbre y hasta periodistas…

Sobresalen aquí, una escenografía minimalista, con el escenario abatido en el Teatro Experimental Octavio Trías del Centro Cultural Paso del Norte, desarrollándose la trama a escasos metros de los espectadores, con éstos y los actores al mismo nivel de piso.

Hay una fugaz escena de desnudo parcial, por lo que esta representación fue considerada para jóvenes y adultos solamente, aunque en su estreno este jueves 15 se puso observar a niños entre el público.