Como ya es costumbre cada vez que se programa una corrida de toros, los activistas opuestos a esta actividad salieron a las calles a manifestarse en forma pacífica con el fin de crear conciencia sobre el maltrato animal.

Denominado los Anti-Taurinos Ciudad Juárez, el grupo se apostó en la banqueta de la plaza Alberto Balderas, portando carteles con leyendas en contra de la llamada fiesta brava. Algunos con maquillaje facial y con ropas negras, simbolizaban la muerte anunciada de los toros en la corrida que estaba por iniciar en el ruedo.

Aunque en número reducido –pero muy ruidosos al corear sus consignas y sin el performance de otras ocasiones, de cubrirse el cuerpo con sangre simulada- la presencia de los activistas puso en alerta a la seguridad privada del evento, y a la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, ya que dos de sus unidades se apostaron allí y sus oficiales tomaron nota de lo que estaba ocurriendo, aunquesin que se les viera intervenir en forma directa.

Los gritos “Juárez antitaurino”, “No es arte, es tortura” y “Gente decente no mata a un inocente”, fueron recibidos por indiferencia y alguna que otra burla (hasta una trompetilla) por parte de los aficionados taurinos que pasaban rumbo a las entradas de la plaza o que se dirigían a la taquilla. Entre los que ingresaban había políticos, funcionarios públicos y empresarios.

Lo más curioso fue el mariachi que esperaba su turno para ingresar, empezó a tocar y cantar con el evidente fin de acallar las voces de los manifestantes, interpretando piezas como El son de la negra y El corrido de Chihuahua, por un buen rato.

Ello tuvo el efecto contrario y que arreciaran los gritos, que continuaron cuando los músicos dejaron de tocar para dirigirse al interior de la plaza.

Varios grupos de activistas que convocan a estas manifestaciones a través de las redes sociales desde hace dos años, buscan la abolición de las corridas de toros en Chihuahua y en el el país.