Fue algo inesperado para todos.
Este sábado fue presentado el número 22 de Paso del Río Grande del Norte. Luego de siete años, con esta edición se cierra el ciclo de la revista, para ya no aparecer más.
A continuación, el mensaje editorial de despedida que aparece en la página 2 de la revista y al cual se dio lectura en la presentación que tuvo como sede la Cafetería Universitaria del Centro Cultural de las Fronteras:
Nos despedimos…
Todo comienza y todo termina, nada es eterno en esta forma de vida que conocemos. Principia nuestra existencia el día que nacemos y acaba con nuestra muerte, verdad de Perogrullo. Nuestras relaciones, no importa cuáles, todas son limitadas en el tiempo, es decir, tienen inicio y fin, y no importa cuánto queramos a alguien nuestro trato con las personas ni fue ni es para siempre. Como no podía ser eterna nuestra intención de ayudar a guardar un registro de la creación por esta tierra.
Paso del Río Grande del Norte fue un sueño compartido que hoy debemos dejar en el camino. No ha sido falta de fe en el proyecto, otras ocupaciones reclaman tiempo. Por supuesto, esta revista fue producto del trabajo de muchos: de los creadores que se exigen, de los lectores, quienes con su entusiasmo, y sin saberlo quizá, apoyaron tanto trabajo local de nuestro impresor, que con alegría se unió a la empresa. Quier hacer una mención especial a nuestro Consejo Editorial, compuesto de generosas personas, quienes siempre estuvieron ahí. Igualmente, el asesor legal de la revistallevó a cabo una labor encomiable. No tenemos las palabras precisas para agradecer a todos por haber hecho su parte. Hubo muchos que desinteresadamente promovieron la distribución de la revista e invitaron a sus conocidos a publicar.
Fue un placer conocerlos, literalmente. Alrededor de tres centenares de autores circularon en las páginas de la revista, pero sabemos que muchos nombres quedaron fuera. No por falta de simpatía hacia ellos, sino porque las páginas no fueron las suficientes, y los números tampoco. A muchos de los creadores, por este medio los conocimos; otros, amigos muchos, caminaron junto a nosotros durante estos años. Tambi´n, gracias a este proyecto, pudimos darnos cuent de cuánta gente está deseosa de conocer a aquellos que escriben, pintan, dibujan, componen música o esculpen figuras por estos lares.
Últimamente la ciudad ha vivido un ritmo más activo tanto en la producción como en la difusión del arte. Distintos libros que han surgido en nuestro desierto, lo avalan (traigamos a la memoria los de Elpidia García, los de Selfa Chew, los de tantas personas cuyos nombres sería largo de listar); varios premios lo atestiguan -pensemos en los obtenidos, por citar sólo un caso, por Ricardo Vigueras-. Ya no se detendrá, de eso estamos seguros.
Hay algunas voces que merecen más atención, sus obras, producto del conocimiento y la experiencia, son dignas de figurar en la literatura nacional. Lo sabemos, el arte de expresar algo de forma oiriginal no es cosa de sentarse y esperar que la inspiración caiga de golpe, es más bien un trabajo de paciencia, de sensibilidad, un trabajo que requiere preparación, práctica y entrega.
Lamentamos no haber tenido los recursos suficientes para acompañar en sus primeros pasos a tantos jóvenes que están empezando a escribir y que requieren algo de ayuda para pulir su estilo, y encontrar su voz. Muchos de esos trabajos se quedaron en la charola, esperando ser atendidos.
Es preciso trabajar en muchas áreas de nuestra ciudad, me refiero tanto a cuestiones concretas -citadas, por ejemplo, por Juan Gámez y por Carlos González- como a aquellas comprendidas en nuestra cultura. No es suficiente con comer y resguardarnos del clima, todos lo sabemos, también requerimos algo de descanso y divertimento, pero entre esto último están cuestiones del espíritu -temas en los que trabajan con ahínco Jorge Ordóñez, Antonio Canchola y Joel Fortunato Reyes Pérez, cada uno desde su trinchera-. Somos dos partes en esto: la gente, el pueblo, los ciudadanos todos y las autoridades.
El mundo se ha estrechado, cierto. La globalización, que no es nueva en absoluto, está logrando igualarnos, en los dos sentidos: positivamente, nos ha mostrado que no somos más valiosos por vivir aquí o allá; pero su parte negativa nos ha hecho olvidar aquellas diferencias tan locales que distinguían a los hombres y que nos hacían atractivos unos a otros. A pesar de ello, precisamente por ello, se hace necesario trabajar en nuestro entorno, en este contexto inmediato que nos envuele y en el que pasamos las 24 horas de nuestros días.
Ciudad Juárez requiere sus propias publicaciones periódicas. Cuando las destinadas al arte circulen, apoyémoslas; ellas serán nuestra memoria, porque como dijo Eduardo Galeano: “Escribiendo en posible ofrecer el testimonio de nuestro tiempo y nuestra gente -para ahora y después-. Se puede escribir como diciendo; en cierto modo: “Estamos aquí, aquí estuvismo; somos así, así fuimos”.
En fin, hemos hecho justo lo que pudimos. Es nuestro último número. Aquí paramos.
Margarita Salazar Mendoza
Paso del Norte, diciembre del 2016.
Contenido del No. 22 (invierno del 2016):
Portada
El enfoque de las cosas me agobia, Elel Parra
Presentación
2 Margarita Salazar
Espejismos del desierto
4 Alfredo Téllez, Bandido, primera,
23 Alfredo Téllez, Bandido, segunda,
36 Adriana Peña Fernández, primera,
57 Adriana Peña Fernández, segunda y tercera,
62 Citlali Cruz, El descanso
74 Adriana Peña Fernández, cuarta,
Narrativa
5 Life chip 1.0, Antonio Canchola Castro
8 Paso lento, Joel Amparán
10 La distracción de Gregorio Samsa, Francisco Romo
12 Regalo de navidad, Ysla Campbell
15 La cueva de la Loba, Jorge Chávez Chávez
17 Miseónica, Jaime Cano Mendoza
22 Doce machos, Elpidia García
Poesía
24 Joel Fortunato Reyes Pérez
25 Micaela Solís
28 Diana Espinal
30 Carmen Amato
34 Luis Felipe Fernández
Ensayo
37 Carta a Clemente, que mató a sus padres sin saber por qué, Marco Antonio López Romero.
44 La historia y las humanidades en tiempos del ébola. Ricardo León García.
49 El carrusel, Jorge Ordóñez
50 Otros nortes, Ricardo Vigueras
52 Ciudad Juárez: ¿un pasado sin lecciones?, Carlos González Herrera
54 La vivienda-proceso en Juárez, Jesús Juan Librado Gámez Almaguer
56 Escritores por escritores, Antonio Rubio
Microrrelato
58 En Marte, Ricardo Rodríguez Ruiz
59 Antes de dormir, Leticia Isabel Castro Salas
60 Brevedad yuxtapuesta, Jorge López Gallardo
61 La bomba, David Lorenzo Quintana Rubio
Dramaturgia
63 Jane, Jissel Arroyo
Allende el Arenal
76 La contraescritura del discurso político predominante de Ana Lydia Vega, Lorna Polo Alvarado
75 Llovizna
79 Colaboradores
¡Gracias, Bárbara!, porque en estos años de vida de la revista estuviste presente.
Fue un gusto en todo momento. Un abrazo.